sábado, 6 de noviembre de 2010

¿Por que este Blog?

Desde hacía tiempo sentía la necesidad de escribir sobre los años vividos al lado de Marta y sobre los que nos quedan. Escribir me va a servir como una terapia, los psicólogos son caros y desde hoy este blog va a ser mi mejor aliado.

Espero conseguir no sólo algo bueno para mi, espero conseguir que las personas que entren a leer este blog aprendan a ver la discapacidad de otra manera.
En nuestra sociedad hay muchas barreras que hay que eliminar. Las más fáciles son las arquitectónicas, solo se necesita dinero, las más difíciles son las culturales y psicológicas, aunque para ello solo sea necesario conocer a una persona discapacitada para llegar a conseguirlo. Hay mucha incultura y muchos  prejuicios. Educamos a nuestros hijos en un mundo de luz y de color totalmente irreal.

En el colegio de Marta tienen una actividad de colaboración con una guardería próxima. Unas veces son los niños del cole de educación especial los que van a la guardería a jugar y hacer talleres y otras a la inversa, los peques de la guardería van al cole de Marta. He tenido la suerte de presenciar algunos encuentros y es fantástico ver como estos niños tratan a los discapacitados, con que cariño, ternura, con que cuidado juegan con ellos, les ayudan a hacer los talleres...Estos pequeños cuando sean adultos no mirarán con descaro y rechazo a niños como Marta u otras personas discapacitadas. Estos niños sabrán dirigirse a ellos, no tendrán miedo, no los verán como bichos raros...Estos niños serán mejores personas, seguro, frente a la discapacidad.

Recuerdo que cuando Marta iba a empezar el cole tuve dudas sobre si debía Alba, su hermana con casi cinco años, conocer el cole de Marta o no. Reconozco que fue un segundo de duda, pero no me gustó haberlo tenido. ¿Como no iba Alba a conocer el cole de su hermana? ¿A caso había algo que ocultar? ¿No sería bueno que conociera a los compañeros y profesores de su hermana?....Me odié por haber pensado que quizá no reaccionaría bien. Fue un acierto que me acompañara desde el principio a llevar o recoger a su hermana, que acudiera a las fiestas siempre que le era posible. Conoció a otros niños con problemas parecidos a los de Marta y a comprender que no todo es perfecto en la vida.

Lo diferente no es feo o peor, solo es diferente, y conviviendo con la diferencia es como aprendemos a aceptarla y a no cuestionarla.

Mi hija es diferente y nos ha hecho diferentes a todos los que la rodeamos.

Navidad 2007- Marta con mamá

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